Fiebre de verano, vigilancia y prevención

Hoy queremos sugerir algunas recomendaciones para las vacaciones de verano, un período que requiere atención en términos de prevención y tratamiento, especialmente en este momento particular en que se presta especial atención a los primeros síntomas, como una temperatura corporal superior a 37,5 grados.

Durante el verano, de hecho, puede suceder que se manifieste fiebre (incluso con picos de 39 grados), enfermedades respiratorias y neumonía y, contrariamente a lo que se podría pensar, no es un evento raro.

Las causas más frecuentes se encuentran en:

un cambio repentino en el medio ambiente y el clima (especialmente cuando se llega desde las grandes ciudades) que nuestro cuerpo tiene dificultad para aceptar,
exposición excesiva al sol o cambios de temperatura alternados al entrar en habitaciones con aire acondicionado,
el estrés y la fatiga acumulados a lo largo del año que pueden reducir nuestras defensas inmunológicas,
virus.

La fiebre de verano tiene una génesis rápida y repentina y suele ir acompañada de síntomas como congestión nasal, debilidad y dolor muscular, dolor de garganta y dolor de cabeza.

Por lo tanto, la fiebre puede aparecer en verano y debe mantenerse bajo control para evitar que oculte una infección más grave: por esta razón existe un instrumento de bolsillo, práctico y rápido para un correcto análisis de la temperatura corporal, el termómetro de fiebre FEVERTEST.

Gracias a su tecnología de cristales líquidos microencapsulados, cuando se coloca en la frente revela la temperatura corporal en sólo 15 segundos de forma absolutamente no invasiva (por lo tanto perfecta incluso para los niños) y precisa.

FEVERTEST es un producto indestructible que puede ser fácilmente insertado en su maleta de vacaciones y es adecuado para el autoanálisis continuo en cualquier momento del día.

Le aconsejamos que prevenga y juegue con anticipación evitando la exposición al sol durante las horas centrales del día, quizás incluso usando una gorra para proteger bien su cabeza, así como para hidratarla adecuadamente.

Nuestro sistema inmunológico también puede ser ayudado siguiendo una dieta rica en frutas y verduras que, además de ayudar a la hidratación del cuerpo, proporcionan antioxidantes, vitaminas y minerales preciosos que pueden mantener un funcionamiento perfecto.